Autismo y alergias alimentarias

¿Pueden las alergias alimentarias agravar los síntomas del autismo?

By la nutricionista Kelly Barnhill
nutritionist Kelly Barnhill

La respuesta de Food for Thought de esta semana es de la nutricionista Kelly Barnhill, directora de Atención Clínica del Johnson Center for Child Health & Development, en Austin (Texas).

¿Pueden las alergias alimentarias producir una inflamación que le cause malos días a una persona con autismo?

Gracias por su excelente pregunta. De hecho, las alergias alimentarias pueden producir inflamación en todo el organismo. En nuestra clínica atendemos a muchos niños y niñas con problemas relacionados con los alimentos, como alergias e intolerancias. Creo que es fundamental conocer la diferencia entre estas dos respuestas alimentarias para entender los problemas que causan y cómo manejarlos.

Alergias alimentarias clásicas

Las alergias alimentarias son el resultado de una fuerte respuesta inmunitaria fuerte a un alimento, y la inflamación resultante puede afectar a varios sistemas del organismo. En las alergias alimentarias clásicas, esta respuesta inmunitaria implica a un anticuerpo concreto, la inmunoglobulina tipo E (IgE).

Normalmente, esto provoca una gran cantidad de respuestas inmunitarias que incluyen la liberación de histamina y otras moléculas inflamatorias. El resultado son los molestos síntomas de la alergia: secreción nasal y ocular, estornudos, tos y, a veces, algo peor. Una respuesta extrema de todo el cuerpo se conoce como “anafilaxia”. La anafilaxia, la forma más grave de alergia alimentaria, es potencialmente mortal y debe tratarse rápidamente.

Está claro que estos síntomas pueden causarle un mal día a cualquiera, sobre todo a un niño, una niña o una persona adulta con autismo, que posiblemente no tenga la capacidad de comunicarse o de comprender o explicar plenamente su malestar. 

Pruebas de alergia

Muchas familias llegan a nuestra clínica creyendo que su hijo o hija tiene alergia a un alimento porque presenta reacciones negativas a ese alimento. Estas reacciones pueden ser físicas, por ejemplo, dolor de estómago, letargo o hiperactividad. O bien, pueden ser conductuales: por ejemplo, mostrarse irritado o refugiarse en conductas repetitivas. Los padres suelen señalar las proteínas de la leche, el gluten, la soya, el maíz y el huevo como las principales responsables.

Por lo general, trabajamos con alergólogos e inmunólogos para determinar si se trata de verdaderas alergias alimentarias. Esto puede implicar pruebas cutáneas y análisis de sangre. Muchas veces, estas pruebas indican que los niños y niñas tienen, de hecho, verdaderas respuestas alérgicas. Otras veces, dan un resultado “negativo” para las alergias.

Inflamación retardada y síntomas de autismo

Hay otra respuesta alimentaria inflamatoria que cada vez vemos más en nuestra clínica: la esofagitis eosinofílica. No se trata de una alergia alimentaria clásica, sino más bien de una respuesta mixta mediada por anticuerpos IgE y no IgE. La inflamación resultante produce cambios en las células que recubren el esófago (la parte de la garganta que conduce al estómago). Evitar los alimentos perjudiciales permitirá que el esófago y el resto del tracto gastrointestinal se sanen.

Este tipo de alergia, que no es mediada por IgE, implica una respuesta retardada a una sustancia concreta que provoca la alergia. A estas sustancias las llamamos “alérgenos”. La reacción cesa cuando se evita el alérgeno. Los alergólogos, inmunólogos y otros especialistas deben realizar diversas pruebas para detectar estos problemas.

Los investigadores siguen estudiando las alergias mediadas por anticuerpos distintos a la IgE y los síntomas del autismo. Están surgiendo algunas conclusiones interesantes y, posiblemente, útiles (recurso en inglés). Estos resultados corroboran lo que nos dicen las familias: que este tipo de respuesta inflamatoria retardada puede afectar el sueño, la concentración y la atención. También puede empeorar la irritabilidad, la hiperactividad y los comportamientos repetitivos de los niños y niñas autistas.

Un profesional clínico puede solicitar pruebas para buscar respuestas alimentarias retardadas si hay síntomas preocupantes que varían de lo físico a lo conductual y que no tienen otra explicación biológica o conductual.

Intolerancias alimentarias

Las intolerancias alimentarias son otro tema totalmente distinto. Se suelen asociar a una respuesta no inmunitaria a un componente de un alimento. Un ejemplo clásico es la incapacidad para digerir la lactosa (azúcar de la leche). Esto puede causar molestias gastrointestinales, como dolor de estómago, hinchazón y diarrea.

Cuando un padre o una madre ve en su hijo o hija una respuesta negativa a un alimento, confiamos en esa observación. Intentamos rastrear, documentar y comprender estas respuestas en cada paciente recopilando toda la información posible. Esto puede incluir preguntas sobre el sueño, el comportamiento y el aprendizaje, así como observaciones de los profesores y otros cuidadores.

Alimentos, inflamación y malos días

Para responder a su pregunta, sí, las alergias y las intolerancias alimentarias pueden causar incomodidad y un mal comportamiento en un niño o una niña. Está claro que nadie se siente bien con la inflamación y el malestar gastrointestinal en cualquiera de sus formas.

Creo que cualquier niño o niña puede dormir mejor, comportarse mejor, aprender mejor y rendir mejor cuando se siente mejor. Cuando se lucha contra las alergias o se sufren intolerancias alimentarias, el organismo del niño o de la niña se ve comprometido. Sin duda, eso puede empeorar algunos comportamientos y causar lo que los padres y madres llaman “malos días”.

Mediante la evaluación y el tratamiento de las posibles respuestas alimentarias a través de la dieta, la nutrición y el apoyo médico, podemos trabajar juntos para que el niño o la niña pueda sanarse y salir adelante. 

¿Necesita más ayuda con temas relacionados con la comida, comportamientos alimentarios o dietas especiales? 

Envíe sus preguntas a:
En inglés: help@autismspeaks.org
En español: ayuda@autismspeaks.org

Recursos relacionados

Consulte también la Guía de ATN/AIR-P para la exploración de la conducta alimentaria en el autismo de Autism Speaks. Las investigaciones indican que más de la mitad de las personas con autismo tienen problemas alimentarios que afectan a su salud y bienestar emocional. Este manual proporciona orientación de expertos de la Red de Tratamientos para el Autismo de Autism Speaks (recurso en inglés).